Mi visión
En la terapia nos ocupamos del bienestar de las personas en sus tres dimensiones básicas, mental, emocional y espiritual.
Y yo lo hago desde mi visión humanista, sistémica y orientada al enfoque corporal en contraposición al modelo médico de la terapia que considera que cuando alguien acude a terapia es por que tiene una enfermedad, mental o algo raro, y acude para ser tratada o curada.
La terapia no se trata principalmente de resolver problemas, adquirir habilidades, desarrollar mecanismos de afrontamiento, una contención de las emociones, adivinar porqués, o incluso adquirir conocimientos, ni siquiera un conocimiento Interno.
La terapia se trata de la CO-CREACIÓN de ese tipo de interacción que nos da vida, que nos sana, que cura nuestras heridas, libera nuestros límites, que nos ayuda a crecer, a desarrollar nuevas posibilidades y alternativas para nuestra vida y nos ayuda a descubrir por nosotros mismos quienes somos y que necesitamos.
Es el doble milagro que ocurre en las sesiones de terapia, la creación de una relación amable, interna conmigo mismo y externa, con los demás y el resto del mundo.
La persona que acude puede expresarse sintiendo que es mirado y escuchado en su totalidad, y que puede expresar su malestar, sus necesidades, inquietudes, sus miedos y deseos más profundos sin sentirse juzgado o analizado y sentirse acompañado para recorrer el camino de su sanación.
Somos seres en relación, con nosotros mismos y con los demás, nos enfermamos en relación con otros y nos sanamos también en relación con otros.